Me despierto de la siesta
y no sé dónde estoy
qué hora es, si es lunes
o domingo y llueve
no lo sé; el gato se despierta
me mira, tal vez él
tampoco sepa dónde estamos
si caímos en la madriguera
del conejo y acabamos de volver
y recién nos despertamos
todavía confundidos
o si jamás nos movimos
y es domingo, y está lloviendo